Aquí se venían los capitanes de barcos que marchaban a las
Indias o a Flandes, ponían su mesita y
contrataban (como otras muchas veces he dicho, los que pusieron los nombres a
las calles tienen mucha guasa) a aquellos (futuros) marineros para susodichas
empresas (que es como se llamaba al comerciar con las Indias o Flandes).
Ahora lo más parecido que queda de aquellos años mozos de esa plaza es la Cámara Oficial de Comercio Industria y Navegación de Sevilla (no me mires así, yo tampoco tengo ni idea pa qué es, me imagino que controlará el puerto).
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