27 de octubre de 2011

Tardes de lluvia en Sevilla

 "tardes de lluvia en Sevilla"

Ese fue el título que decidí poner a ésta mi web. Desde el principio tenía claro que iba a hablar de uno de mis amores, "mi Sevilla" y sus acertijos, por eso elegí ese nombre, porque no hay momento que más me guste que ver a mi ciudad una tarde en lluvia, el ambiente, el aspecto, las personas, todo.
 Aunque Sevilla no es una ciudad que se disfrute lloviendo, me sigue encantando, y hoy ha sido así, hoy ha llovido, y me ha alegrado mucho.
  Para mí no hay mayor placer que ver desde mi ventana cómo la lluvia cae por el parque, como da con los árboles, todo oscuro, y escuchar música, en especial una (que en verdad son 3 en 1, como en el carrefú).

http://www.youtube.com/watch?v=q7DBoiyBoJ8
(ved el vídeo)

Si quieres sentirte bien, pero bien de verdá, tómate 5 minutos de tu vida ajetrada, la cual te cuesta parar, dale al play al video, y mira por la ventana, yo lo hago cuando puedo, con las mismas canciones, funciona, a veces es necesario parar, reiniciar, estar un momento contigo mismo.

Por eso quería aprovechar hoy, día precioso, para contaros el por qué el nombre, y que te invito a salir a la calle cuando llueve (hemos de diferenciar entre lluvia y diluvio, miarma, si no se puede andar bien por la calle, no salgas) pero si chispea o algo, hazlo, las cosas se ven de diferente manera,

PD: la música de piano crea un ambiente inmejorable a tardes como ésta, aprovecha.

Fantasmas de san Luís


Yo en mi línea de “miedo”, hoy os traigo la calle San Luís.
  La (permanentemente en obras, como Santa Catalina) iglesia de San Luis de los franceses, ha visto de todo, asesinatos, violaciones y suicidios, (o eso cuentan las malas lenguas) me quedo con el último, con una historia que me llamó la atención.



Hubo una época en la que raro era el día en el que los niños veían un fantasma  o escuchaban voces, y lo llevaban con toda naturalidad.
L a historia que quiero contaros nos traslada a la España del siglo XIX, en la España de Carmen la cigarrera, reinada por Fernando VII (el rey más cabr** que tuvo este país, por su culpa perdimos América) en la calle San Luís, en las rejas de la iglesia, donde un pobre zapatero, hasta el cuello de deudas (como ahora medio país) se suicidó. Pero no con una pistola a cráneo, ni tirándose del campanario (en la Giralda se puso de moda eso de tirarse para matarse, por eso pusieron las rejas), sino que, apalancó su espada en la reja y, decidido, cogió carrerilla y se la clavó él mismo en el pecho, muriendo desangrado.



Desde este horrible episodio, dicen las malas lenguas, que aún se escucha correr de noche, estando la calle totalmente vacía, una carrera y un golpe con la reja, en tu imaginación lo dejo caer.

26 de octubre de 2011

Mercado de esclavos


Hubo una época que Sevilla era la capital del mundo, no me acusen de ombliguismo (el pecado más usual en el sevillano), pero es que dirigíamos todo el comercio con América.

Y de ese comercio con América os quiero hablar hoy. De América no se traía solo oro (que gran parte se ha quedado en el océano Atlántico, y  los yanquis nos lo quieren quitar) y plata, ni tampoco especias ni maderas (gran parte de las imágenes religiosas son de madera procedente de América), también se traían esclavos.

Si no se habían fijado (cosa que es normal), en los alrededores de la Catedral, en los muros que recorren el patio de los naranjos, al exterior hay una serie de gradas como estas:





En semana santa, es normal ver aquí lo que yo llamo “la mini-campana”, porque se llena de familias con sus sillitas plegables de los chinos haciendo varias filas de sillas, tos con sus bocatas para aguantar el tipo, viendo salir a las hermandades de la Catedral, y hay otra gente que se sube a estas gradas.



Estas gradas no se inventaron pa ver la Semana Santa, no, se pusieron para exponer a los esclavos traídos de América, vamos, como un escaparate del Zara, pos iguá. Al haber varias alturas, los vendedores podían poner más esclavos en exposición para su compra-venta, así que ya saben, cuando pasen por la Magna Hispalensis (no te me asustes, es el “segundo nombre” de la catedral), ya sabrán que por ahí ponían a los “cheguampitos” (nótese que soy todo lo contrario a racista) para que fuesen esclavos de los que vivían en las casas señoriales, las cuales un día hablaré de ellas, porque las hay a millares.

Éste es otro ejemplo, como el de la judería, en el que el humano muestra su cara más cruel.

25 de octubre de 2011

Asegurada contra incendios


Hubo una época donde interné no existía (fite tú, lo dice un niño de 16 años adicto a la red) y las empresas no estaban tan conectás.
Me dirás que qué hago hablando de interé y de las empresas, hoy os quiero hablar de un detalle que es poco probable que os hayáis fijado, me refiero a los “asegurada de incendios”.



En una época donde las pólizas no se contrataban en oficinas de banco, y donde había más incendios en las casas que procesiones en Sevilla, los “bomberos” de la época tenían que saber si estaban ante una casa asegurada o no (como verán los seguros no se inventaron antié, sino que tiene sus añitos) y la prueba eran estas placas:







Dependiendo de los gustos de cada uno, hay una placa u otra, pero digamos que hay una que se repite muchas veces, con el escudo de Sevilla:




Cuando vayan por el centro, se darán cuenta que las únicas placas interesantes no son las de las rebajas de Mango o de H&M, al lao del número de la casa, si estaba asegurada, podrán ver estas curiosas placas. Digo yo que no eran mala idea.

24 de octubre de 2011

Murallas de Sevilla I


Yo y mis adivinanzas. ¿Saben donde es esto?:



Si no es así, estás cometiendo  un pecado, porque es algo básico de Sevilla. Es la muralla de Jardines de Murillo (pronto hablaré de este precioso pequeño parque).



Muralla de origen musulmán, que es la que rodeaba toda la ciudad, protegiéndola del invasor.





Pero quiero que se fijen en un detalle en especial, el hueco del centro. Son tuberías (ya cristianas) de agua que transportaban el agua para los Reales Alcázares, para que vean que no se inventó antié, sino que desde los romanos había tuberías de cobre.



También quiero destacar que eso del reciclaje no lo hemos inventado nosotros, con nuestros contenedores multicoló, no, esta gente ya reciclaba, pero edificios.



Para terminar, diré que esta misma muralla es la que gira en la calle San Fernando, que fue descubierta al hacer el tranvía, y que “en nombre del progreso” hemos tapado y destruido, por lo visto los ingenieros que hicieron el scalextric más grande y caro del mundo (el tranvía) no saben que en las ciudades modernas los monumentos subterráneos se les pone metacrilato para taparlos y permitir el paso, permitiendo que lo disfruten, si es que por tontos no nos gana nadie.





Esta muralla me parece una joya, la cual nos hemos cargado de mala manera y a sus puertas (las cuales ya hablaré de ellas), y que no se tiró el tramo de Jardines de Murillo, porque las casas se había introducido dentro de ella.

20 de octubre de 2011

Horrores de la judería


Hoy os traigo otra “curiosidad de miedo”, pero más que de miedo, es de reflexión sobre lo estúpido que llega a ser el hombre.
  La convivencia entre musulmanes, judíos y cristianos era cotidiana en Sevilla desde que los “moros” entraron en ella en el siglo VIII, y duró hasta principios del siglo XV.


Los judíos fueron encerrados en el barrio que hoy llamamos “judería”, porque decían que eran peligrosos (mentira, eran muy buenos en las finanzas y les tenían envidia, y les hacían el imposible cuando podían), el cual tenía una puerta con una reja que se cerraba de noche POR FUERA, vamos, que era un gueto, a lo nazi.



Toda esta mal llamada “convivencia” (a mi me dejen de tonterías, cuando mandaban los “moros” los cristianos éramos pisoteados socialmente, y viceversa cuando mandábamos los cristianos)  llegó a su fin a principios del siglo XV cuando un monje antisemita cristiano que se paseaba por toda la península provocando odio a esa religión llegó a Sevilla. Aquí, como somos más papistas que el Papa, y más exageraos que los americanos, las ideas antisemitas tuvieron un fuerte arraigo hasta que una noche de verano, se desató la revolución.



Los cristianos cogimos y entramos en la Judería y espada en mano, y cortamos el cuello a todo aquel que viviese allí y saqueamos todas las casas. Cierren los ojos e imagínense que una noche una orda (orda: aglomeración de personas) cabreadísima entra en tu barrio y empiezan a matar a sus vecinos, un horror. Imagínense a las mujeres corriendo por esas calles tan estrechas, con sus hijos en los brazos, aterrorizadas porque como las cogieran, “adió, buenas tardes”.



Con la expulsión de los moriscos de los Reyes Católicos (una de las únicas manchas, que a mi juicio, tuvieron los monarcas en su currículum), cientos de miles de judíos y de musulmanes fueron expulsados de España, o convertidos a la fuerza al cristianismo. Pero de Sevilla solo salieron musulmanes, ya que los judíos después de la masacre, se fueron a Dos Hermanas, a Carmona y demás pueblos de los alrededores.
Así que ya saben, cuando pasen por esas preciosas calles de la Judería, tengan en cuenta que durante una noche, no todo fue tan tranquilo, o como digo yo, “superflagüerpagüer”.

19 de octubre de 2011

Callejón de la Inquisición


Hoy os traigo una “curiosidad de miedo”(miedo poco, pero tiene su cosa), la del famoso “Callejón de la Inquisición”.



En la orilla trianera del río (Triana, el lugá con más placas conmemorativas del mundo, cada esquina tiene una o dos) a la derecha del castillo de San Jorge, era el callejón a donde daban las ventanas de la sala de “interrogatorios” (esta gente los hacían “a lo Guantánamo”).



Como todos saben (o si no, ya lo sabes), Sevilla fue la cuna de esta amada orden religiosa, la Santa Inquisición (que de santa tenía poco), y aquí fue donde mataron por primera vez (http://pablo-rejano.blogspot.com/2011/09/plaza-del-triunfo.html). Su sede era el famoso Castillo de san Jorge, a la derecha del Puente (de) Triana, con un letrero más bien hortera, teniendo en cuenta que ahí se torturaba a la gente y se les encadenaba.



Susodicho castillo es visitable, con sus mazmorras y todo, algo que recomiendo.
La curiosidad la he etiquetado de “miedo” porque dicen las historias, que ahí más de una vez se han escuchado cadenas, gente gritando, y que se tiene una sensación de escalofrío porque notas lo que pasó allí.

Aviso

He de decir que esta semana no podré subir ningun post, no por falta de tiempo ni de ideas, sino porque interné va muuu lento, y voy a esperar. Lo bueno se hace esperar

17 de octubre de 2011

cenizas de Murillo


Hoy os traigo otra de tumbas célebres, mejor dicho, placas que conmemoran las tumbas de sevillanos cuyos restos estuvieron en iglesias vendidas en las desamortizaciones, que hizo el arruinado gobierno de Isabel II, la reina más p*** que ha tenido España. (http://pablo-rejano.blogspot.com/2011/09/martinez-montanes.html)
Toca Murillo. El célebre pintor, que ha sabido mostrar la sociedad de su época con óleos, mostrando más que cualquier novela del momento.  En la placa pone exactamente:


PARA PERPETUAR LA MEMORIA
DE QUE EN EL AMBITO DE ESTA PLAZA
HASTA POCO HACE, TEMPLO SAGRADO
ESTAN DEPOSITADAS LAS CENIZAS
DEL CELEBRE PINTOR SEVILLANO
BARTOLOME ESTEBAN MURILLO;
LA ACADEMIA DE BELLAS ARTES
ACORDO PONER ESTA LAPIDA,
MODESTO MONUMENTO, PERO EL PRIMERO
QUE SE CONSAGRA A SU ILUSTRE FUNDADOR
1858
Y como dice la placa, Murillo fue el fundador de la primera escuela de bellas artes de Europa, tal y como la conocemos, heredera de los gremios de escultura y de pintura, acoge a todas las modalidades del arte (cómo se nota que mi padre es profesor de allí).
En el especial del Museo de Bellas Artes de Sevilla (aivá!, donde está la estatua de Murillo!) pondré las obras (que no nos ha robado Madrid o los franceses) de éste padre de la pintura realista. 

12 de octubre de 2011

España

Sin discursitos, ni regañinas políticas, os traigo mi querida España, me da igual que otros no la quieran, algo asó hay más pa mí

http://www.youtube.com/watch?v=V-4ABocZ074

10 de octubre de 2011

AVISO

Estos días no estoy subiendo nada por eso que llaman "vida de estudiante de bachillerato", no se asusten, no me he quedado sin ideas, es más, las estoy recopilando. Si tienen eso que llaman paciencia y que solo la hay en la cola del Nespresso, les traeré de lo mejorsito de mi Sevilla.

2 de octubre de 2011

Giralda


Hoy voy a hablaros de la joya de la corona que es Sevilla, la Giralda. No voy a contaros su historia, sus cambios a lo largo de la historia, no, pa' eso está la güiquipedia, no, hoy voy a contaros unas pequeñas historia del campanario, tales como estas:



Los árabes, como toda cultura, pisaron todo aquello que hubo anterior a ellos, y sus construcciones religiosas no iban a ser menos.



Esto que ven aquí es una lápida romana (escrita en latín), que está a nivel del suelo y que forma parte de la base de la Giralda. La base de la Giralda, como todos los minaretes musulmanes de la época, estaban hechos con una base de piedra de cantera, y el resto de ladrillo cocido. Casi toda la piedra de la Giralda, proviene de construcciones, entre ellas la necrópolis hispalense. La lápida está mirando hacia el EME.



Hay otra lápida, pero ésta vez está mirando a la plaza Virgen de los Reyes (http://pablo-rejano.blogspot.com/2011/09/plaza-virgen-de-los-reyes.html) y que no es de una tumba, sino un anuncio del estado (recordemos que no había ni tele ni radio ni interné). 



También quiero aclarar lo de por qué no se cayó la Giralda en el terremoto de Lisboa (recordemos que fue en 1755). Fue por sus ladrillos. Es de buen sabido que los ladrillos se cuecen en hornos preparados para ello, haciendo así que sean muchísimo más resistentes cuantas más cociones tengan. También es bueno saber que los musulmanes eran expertos en todo aquello que se proponían, bueno, digamos mejor en la antigüedad. Pues los ladrillos de la Giralda están hechos de los ladrillos de los hornos, vamos, que era como construir con piedras, de la de cociones que tenían en tó lo arto, y por tanto eran super hiper mega resistentes.


Por eso mismo, se llega a deteriorar antes el cemento de la época, e incluso, el contemporáneo, que el própio ladrillo, paradojas de la historia.