4 de septiembre de 2012

Cristo de los Cálices.

El Cristo de la Clemencia, o popularmente llamado de los Cálices (porque estuvo en la Sala de los Cálices de la Catedral) es una obra de Martínez Montañés hecha entre 1603-06. Este crucificado es de sus obras cumbres por su perfección anatómica y por una curiosidad que os voy a contar. Os lo podéis encontrar en la capilla de San Andrés, en el laterá deresho del Artá Mayó de la Catedrá.


El cristo fue encargado por Mateo Vázquez de Leca. Clérigo y secretario del rey Felipe II (imagínate el poder de este hombre). Vazquez de Leca le encargó a Martínez Montañés un cristo que cuando le reces a sus pies, te estuviese mirando sin importar donde te pusieses.



La técnica de la "mirada que te persigue" es de las más difíciles de conseguir.


A día de hoy, es imposible estar a sus pies ya que una reja te lo impide. Aunque sí que no nos impide deleitarnos con una de las joyas del barroco sevillano.

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