Hace unos años fui con mi padre en bicicleta hasta el Parque de María Luisa. En aquel paseo pasamos por la Isleta de los Pájaros. Mi padre me contó que en antaño, en el lago había patos, cisnes y dentro de la isla habían pavos reales, faisanes y demás aves de gran interés. Mientras me decía todo eso, yo lo que veía era un lago negro y sin vida y una isla llena de porquería donde lo más parecido a una ave exótica era una paloma de toa la vida de Dió.
Bien, pues con motivo de que mi intercambio de Alemania está aquí, he hecho el guiri. Y como no, he ido al Parque de María Luisa y me he encontrado con esta grata sorpresa:
El parque estaba limpio y muy bien cuidado. Todas las fuentes funcionaban. Espero que esto dure muchos años más y que incluso pueda llevar a mi hijo y encontrarlo de igual o mejor manera.
Al entrar en la "isleta de los pájaros" nos encontramos con esta placa de la exposición Iberoamericana de 1929.
ISLETA DE LOS PÁJAROS
Las aces y los pájaros constituyen un motivo de
recreo para los espíritus sensibles y cultivados.
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Quienes no saben amarlos y convivir con ellos se hacen acreedores
al más duro reproche.-Son criatura que reclaman buen trato y atención.
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Su custodia debe estar a tu cargo al convertirte en su
protector, denunciando cualquier atentado contra ellos.
Pues hala, el texto lo dice todo. Lecciones de casi 100 años de antigüedad.
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