6 de marzo de 2012

Puertas de Sevilla I




Esta será la primera edición de un bloque que se llamará “Puertas de Sevilla”, donde recordaremos las puertas que formaron parte de la muralla árabe y cristiana.

Primero recordemos que la muralla que rodeó Sevilla era árabe, con remodelaciones y añadidos cristianos, pero no romanas, como dicen muchos. Esta muralla estuvo intacta hasta que en el siglo XIX hubo una rama super progre que decía que para que la ciudad creciese, una gilipollez como otras muchas que se han hecho en Sevilla. Uno de los pocos tramos que quedan de dicha muralla es en los Jardines Murillo (http://pablo-rejano.blogspot.com/2011/10/murallas-de-sevilla-i.html)


Hoy os traigo el Postigo del Aceite, que se encuentra cerca del Arenal, delante de las Atarazanas (pronto hablaremos de ambos lugares).  La diferencia entre un postigo y una puerta es que el postigo era de menor tamaño y de menor importancia, y también solían cerrarse antes, ya que era más fácil cerrarlos y tener un mayor control de la ciudad.



Se llama del aceite ya que por aquí pasaban las mercancías (y sobre todo de aceite) provenientes del Aljarafe.


Este postigo es de los únicos restos intactos de dicha muralla.

Están hasta los huecos donde se encajaban las pesadas y grandes puertas de madera.







En estas ranuras que ven aquí se encajaban maderas (normalmente de cedro) y con arena impedían que el agua pasase a la ciudad. Porque recordemos, el Guadalquivir ese tan bonito que tenemos es algo de hace dos telediarios, ya que antes se inundaba todo sus alrededores con las crecidas, llenando de agua hasta esta puerta (imaginen si llevaba agua). Cuando los árabes el río llegó hasta pocos metros antes de la puerta, donde estaban las Atarazanas, pronto hablaremos de ellas.





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