Todos hemos dicho alguna vez "va a llegar la sangre al río" refiriéndose a un acto cruento o violento. Esta expresión es, como las patatas fritas (VER) , made in Sevilla.
La expresión viene de nada más y nada menos que el barrio de Triana. Exactamente, del Castillo de San Jorge, cuna de la inquisición española, terror de herejes y demás. Los días en los que la cosa se ponía dura, los monjes del castillo les daban una buena zurra a los condenados, haciendo así que los cuerpos acabasen como acabaron. Los cuerpos obviamente no eran enterrados, sino que eran llevados en carros por el Callejón de la Inquisición, del que ya hemos hablado anteriormente (VER).
Como el castillo estaba en la orilla del río y su sala de torturas estaba en el sótano, cuando la cosa se ponía calentita, la sangre llegaba al río. Por tanto, cuando hay un ambiente tenso o propenso a la violencia, se dice "que va a llegar la sangre al río". Así que ya lo saben, cuando la digan, acuérdense que es 100% sevillana y ,por tanto, andalú der güeno.
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