Esta plaza, como su propio nombre indica, era donde se encontraban los refinadores de cuero. Estas personas son las encargadas de separar el cuero de la carne (recordemos que el cuero es la piel de los animales) y se curtía y preparaba con ciertos compuestos para que tuviese las características necesarias.
Este oficio necesitaba de piscinas de agua donde meter a los restos de carne para que se pudriese y así que sea más fácil separar de la piel. Como trabajaban con animales muertos en descomposición, había que imaginarse el olorcito que desprendía eso, sumado a las enfermedades ratas y demás. Por eso, estos oficios desagradables para la población se encontraban lo más alejado del centro urbano, en los muros. Por eso podemos encontrar restos de la muralla en esta plaza, ya que estaba cercada por la muralla.
En esta plaza podremos encontrar el monumento a Don Juan Tenorio, donde se ha representado varias veces como recuerdo de esta fantástica obra.
Lo que antes era de los peores lugares para vivir de toda la ciudad, ahora es uno de los sitios con más encanto y con las casa más bonitas de Sevilla.
Me gusta hasta el nombre del blog, lo he incluido entre mis enlaces
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