Estos caños traían agua de un embalse cercano a dicha ciudad (aunque realmente no venían de allí) hasta Sevilla. Estos caños estuvieron durante siglos casi intactos funcionando. Durante siglos hasta hace dos días, porque se tiraron en uno de los ensanches de los años 60. Aquí somos de tener mucho y cuidar bien poco. Al igual que tiramos las magníficas murallas que tenía Sevilla, tiramos un acueducto romano que podría ser una referencia para la ciudad, pero estamos cortitos de conciencia arqueológica e histórica (mu nuestro eso).
De estos caños únicamente queda una reproducción (la primera foto) y de restos originales, un trozo (segunda foto, con una HORROROSA viga de hierro oxidado). Este acueducto tenía dos alturas, una superior (por donde pasa la viga) y otra inferior (una tubería en el primer piso, como se puede ver en la foto). Estos caños llegaban por los actuales Pajaritos, Avenida de Andalucía y calle Oriente.
La llamada alcantarilla de las Madejas fue restaurada por EMASSESA y en ella se veneraba una imagen mariana, la llamada Virgen de las Madejas, que pasó a la iglesia de San Roque y que fue pasto de las llamas por la -muy injusta y desafortunada- quema de iglesias de la Guerra Civil. Hoy en día queda un azulejo que aún sigue siendo venerado.
Su placa dice textualmente:
REPRODUCCION DE LA VIRGEN DE LAS
MADEJAS, QUE EN ESTE LUGAR HABITABA
HASTA SU PROFANACIÓN. ACTUALMENTE
EXISTE UNA REPLICA QUE SE VENERA
EN LA PARROQUIA DE SAN ROQUE.
Estos restos quedan muy bien para poder explicar las maravillas de las obras públicas romanas y, además, se ve estupendamente San Benito y la Sed en Semana Santa.
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