A ver quién la tiene más grande

Hoy no quiero hablaros de ningún escondite de Sevilla o de ninguna leyenda. Hoy voy a hablaros de un problema, un dilema, un debate que está al rojo vivo.

Creo que esta imagen lo dice todo. Y esa es mi postura, que te razonaré con mis argumentos.

¿estoy a favor de la torre Pelli? NO

antes de llamarme retrógrada, cavernícola y antiprogresista, sigue leyendo:

¿estoy a favor de un rascacielos en Sevilla? SÍ

¿y de uno coofinanciado con los impuestos de todos los sevillanos? NO

¿y con uno que sea financiado por una caja de ahorro que está totalmente politizada y que defiende los intereses de un partido (PSOE)? NO

¿y si la torre ha necesitado de un cambio del PGOU y éste se ha producido ya que el alcalde era directivo de susodicha caja de ahorros y que ha actuado bajo sus intereses privados? NO

Estoy de acuerdo de un rascacielos en Sevilla, pero NO de ese rascacielos, NO de esa caja de ahorros, NO en ese lugar y mucho menos NO con ese pretexto. Porque como dijo un amigo, esto es un "a ver quién la tiene más grande". 

La torre cajasol es para mí el símbolo omnipotente del socialismo corrupto sevillano. El pedazo de inversión que ha hecho Cajasol para "revivir la Cartuja" la podría haber hecho por ejemplo para hacer un aparcamiento (ya sé que la torre tiene uno, pero que yo sepa para hacer un aparcamiento no hace falta hacer encima un rascacielos) y rehabilitar esos pabellones que están abandonados desde la Expo92 y que se caen.

Ser moderno no es tener un mamotreto en tó lo arto, que quede claro. Estoy a favor de una torre en Sevilla Este por ejemplo, o en el Polígono Store, que se está convirtiendo el en puticlub de Sevilla, pero no ahí en medio, para que lo vea todo el mundo que va a entrar en Sevilla desde el Aljarafe.

Y todo por un "a ver quién la tiene más grande", jugando en contra del emblema de nuestra ciudad, la mismísima Giralda.

Expresiones made in Sevilla

En esas mañanas de entre semana de ésta mi adolescencia, sobreviviendo a la LOGSE como mejor puede uno, mi profesor de filosofía, todo un hombre en todos los sentidos y un gentleman que habla con toas sus letras, nos explicó (en una de sus múltiples digresiones) la procedencia de una expresión muy conocida.

Todos hemos dicho alguna vez "va a llegar la sangre al río" refiriéndose a un acto cruento o violento. Esta expresión es, como las patatas fritas (VER) , made in Sevilla.

La expresión viene de nada más y nada menos que el barrio de Triana. Exactamente, del Castillo de San Jorge, cuna de la inquisición española, terror de herejes y demás. Los días en los que la cosa se ponía dura, los monjes del castillo les daban una buena zurra a los condenados, haciendo así que los cuerpos acabasen como acabaron. Los cuerpos obviamente no eran enterrados, sino que eran llevados en carros por el Callejón de la Inquisición, del que ya hemos hablado anteriormente (VER).

Como el castillo estaba en la orilla del río y su sala de torturas estaba en el sótano, cuando la cosa se ponía calentita, la sangre llegaba al río. Por tanto, cuando hay un ambiente tenso o propenso a la violencia, se dice "que va a llegar la sangre al río". Así que ya lo saben, cuando la digan, acuérdense que es 100% sevillana y ,por tanto, andalú der güeno.

Plaza de los refinadores

Hoy os traigo una de las plazas para mí con mayor encanto de toda Sevilla. Puede que sea por el precioso parque que tiene al lado (Jardines de Murillo), pero tiene algo que me encanta, os hablo de la Plaza de los refinadores.

Esta plaza, como su propio nombre indica, era donde se encontraban los refinadores de cuero. Estas personas son las encargadas de separar el cuero de la carne (recordemos que el cuero es la piel de los animales) y se curtía y preparaba con ciertos compuestos para que tuviese las características necesarias.

Este oficio necesitaba de piscinas de agua donde meter a los restos de carne para que se pudriese y así que sea más fácil separar de la piel. Como trabajaban con animales muertos en descomposición, había que imaginarse el olorcito que desprendía eso, sumado a las enfermedades ratas y demás. Por eso, estos oficios desagradables para la población se encontraban lo más alejado del centro urbano, en los muros. Por eso podemos encontrar restos de la muralla en esta plaza, ya que estaba cercada por la muralla.

En esta plaza podremos encontrar el monumento a Don Juan Tenorio, donde se ha representado varias veces como recuerdo de esta fantástica obra. 

Lo que antes era de los peores lugares para vivir de toda la ciudad, ahora es uno de los sitios con más encanto y con las casa más bonitas de Sevilla.

Real Casa de la Moneda.

Hoy hablaremos de la famosa Real Casa de la Moneda:

La Casa de la Moneda se encuentra entre Puerta Jerez, el edificio de correos y el Postigo del Aceite. Se construyó en 1585, bajo el reinado de Felipe II.

La casa de la moneda se construyó para acuñar las monedas de oro provenientes de América. Para evitar saqueos y demás, el oro era rápidamente fundido y acuñado en marcos y doblones. Este lugar estaría lleno de hornos y estaba fuertemente protegido, por eso tiene 3 accesorios con unos portones de madera (ahora inexistentes) de muy difícil entrada.

Como pueden ver en la foto, este escudo tiene el águila imperial bicéfala de los Austrias. Que nadie se me altere, que aquí paquito Franco no ha tenido nada que ver. Os lo juro que no, que la idea no era suya.

El plano es totalmente cuadriculado, creando "manzanas", producto del estilo arquitectónico de la época, el escorialino. 

 Pasear por sus calles te lleva al sigo de Oro de una manera inmediata. No sé si se ha hecho ya, y si no debería hacerse una película en este lugar para ambientar aquellos años del apogeo del Imperio Español, ya que solo hará falta quitar las motos y coches.

Como detalle, la puerta principal (cuyo letrero es la primera foto) está hecha un asco. Como siempre, en ésta nuestra Sevilla, las obras duran siglos (con los permisos en el ayuntamiento, no te jode). Queremos hacer torres altísimas y no sabemos cuidar lo que ya tenemos, así nos va.

Catedral de Sevilla I

De la misma manera que he creado una serie de entradas tituladas "Puertas de Sevilla", me gustaría empezar una llamada "Catedral de Sevilla", donde entraré en su historia, sus leyendas y sus escondites. Hablaré de sus puertas y su interior, centrándome sobre todo en su escultura (es lo que hay, mi padre es escultor y lo llevo en la sangre, es lo que me llama).

La Catedral de Santa María de la Sede, o como aquí se llama:  la catedrá (o váter de los caballos, aunque gracias a Dios y a Juangimnasio Zoidoarcarde, no por mucho tiempo) empezó a construirse en el primer tercio del siglo XV. Antes estaba la mezquita, del siglo XII, que con la conquista de Sevilla por Fernando III el Santo, se convirtió en catedral, a lo Córdoba. Pero el aspecto ruinoso de ésta, se decidió demolerla para crear un templo totalmente cristiano y gótico. Se construyó con las piedras del Puerto de Santa María, trasladada por el río en barco. Piedra muy arenisca, algo que facilitó la construcción pero dificulta el mantenimiento ya que se erosiona muy rápido.

La catedral empezó a construirse por la llamada "Puerta de San Miguel", siendo su construcción, por tanto, empezando en la Av. de la Constitución, dirección a la plaza Virgen de los Reyes (VER)

Esta puerta muestra el nacimiento de Jesús. Su escultura es claramente gótica. Me gustaría enseñaros un detalle muy importante:

Esta escultura que veis aquí es la pastora que se encuentra en la primera foto a la derecha del todo. Como podréis ver, está sonriendo. Eso en la época era algo casi impensable, ya que el gótico se caracteriza por su espíritu apocalíptico y por así decirlo, "triste y melancólico". Esta será no la primera, pero sí de las primeras esculturas sonrientes que se encuentre en un lugar de prestigio y claramente visible.

En las jambas de la entrada (los laterales) podemos encontrar unas esculturas preciosas de terracota, de Mercadante, de quien ya hablaremos otro día porque su historia es muy interesante. Son grandes personajes de la Iglesia católica o de la Iglesia en Sevilla.

Estas esculturas son las originales, e impresionan por su detallismo y realismo.

En la etiqueta Catedral de Sevilla podrás ver todas las entradas referentes a este icono de Sevilla.

Puertas de Sevilla III

Hoy os traigo otro resto de lo que fueron las puertas de Sevilla. Me llamaréis pesado, por eso no volveré a hablaros más de la historia de la muralla y cómo ésta fue destruida.

Aquí podéis ver la placa, donde pone:

PUERTA DEL ARENA, DERRIBADA EL 3 DE MAYO DE 1861

EN RECUERDO, LA ASOCIACIÓN DE VECINOS TORRE DEL ORO CENTRO

MONUMENTAL Y BARRIO DEL ARENAL

AÑO 2008

La puerta que toca hoy será la Puerta del Arenal (que no el postigo, para saber más: VER). Fue destruida (como la mayoría) y de ésta solo queda una cerámica (Sevilla -y sobre todo Triana- es la ciudad con más placas conmemorativas por metro cuadrado del mundo, y si no la segunda).

Curiosidades de la Muralla

Ayer, en la comunión de una prima segunda (Mayo a parte de ser el mes de la Virgen es el de las BBC: bodas, bautizos y comuniones). La comunión se realizó en la iglesia de La Divina Pastora en el convento de Capuchinos y el convite fue en frente, en el bar-restaurante "La Pastora".

Y me preguntaréis, ¿pa qué me cuenta tó esto? pues porque ese local está pegado a la muralla de la Macarena, el mayor trozo que se conserva de la muralla almohade, cuya destrucción "en pos del progreso" ha sido de las mayores atrocidades y más denunciadas en este blog.

Pues entre juegos de pelotas con niños chicos y demás, mi primo me señaló esto que tenéis aquí:

Eso que veis, es una ánfora romana que forma parte de la muralla. Los árabes, al construir esta muralla (al igual que todos los edificios) hicieron lo que toda civilización hace, destrozar lo anterior para así con las ruinas levantar sus edificios. Pues aquí ven, cómo esto del reciclaje no está inventado por estos "verdes" que lo más verde que tienen algunos es la camiseta del Bétis. 

Aquí podéis ver que no os miento, que forma parte de la muralla. Exactamente, forma parte de la muralla menor, que está delante de la grande (olé yo). Obviamente, las murallas no tenían la altura que tienen ahora, gran parte de ellas están bajo el suelo.